Aromaterapia para nuestros amigos de cuatro patas

La importancia de implicar al animal

El uso de los aceites esenciales y de los hidrolatos para obtener el bienestar en nuestros animales de compañía, es algo reciente. Pero no emplear los aceites esenciales de forma correcta puede llevar a muchos problemas.

Si se presenta un problema aplicando aceites esenciales en un humano, es menos difícil darnos cuenta. Todos hablamos el mismo idioma o mejor aún, lenguaje corporal.

Pero si aplicamos la aromaterapia a un animal y se presenta un problema, en muchos casos nos damos cuenta tarde simplemente por que no hemos captado las señales sutiles que nos ha dado el animal.

Entre todas las especies el lenguaje es distinto. Un perro no interactúa con otro miembro de su especie de la misma manera que los humanos. Y también un perro y un gato se expresan completamente diferente.

Así que si quieres emplear estas sustancias maravillosas de forma segura para cuidar de tus compañeros de 4 patas, es importante tener presente algunas cosas.

Desde los albores del tiempo los animales han buscado sustancias vegetales cómo plantas, arcillas y otras fuentes naturales, para mantener e incluso prevenir enfermedades. De hecho, aquellos animales que viven en libertad lo siguen haciendo.

Cualquier animal, salvaje o domesticado, tiene la habilidad de saber distinguir entre aquella planta que le sirve cómo alimentación y la que solamente será seleccionado como planta medicinal. Este comportamiento se llama zoofarmacognosis.

La palabra “zoofarmacognosis” tiene sus raíces en el griego: Zoo – animal, Pharma – droga, remedio y Gnosis – conocimiento. Así que la zoofarmacognosis nos habla del saber innato que tienen los animales para encontrar en la naturaleza lo que necesitan para encontrar de nuevo la homeostasis, o sea, el equilibrio.

La mayoría de nuestros animales domésticos ya no tienen acceso a esta maravillosa farmacia que es la naturaleza. Y es aquí donde los aceites esenciales pueden ser la herramienta por excelencia si queremos ofrecer a un animal domestico la posibilidad de expresar este saber innato.

El olfato

Para los animales, el olfato proporciona la motivación principal para su comportamiento básico. Un perro, por ejemplo, interpreta su entorno a través de su olfato de la misma manera que lo hace un ser humano con la vista.

El perro está diseñado para identificar aromas y el porcentaje de su cerebro que se dedica a analizar los olores es 40 veces más grande que el del ser humano.

No solo en el caso de los humanos sino también en los animales, un determinado aroma puede llevarle de vuelta al momento en que tuvo una experiencia.

¿Te ha pasado alguna vez pasear por la ciudad y de repente inhalar un aroma de una comida o un perfume de una mujer que pasa por tu lado, y sentirte trasportado a alguna experiencia de tu infancia más tierna? Pues a un animal le puede pasar exactamente lo mismo.

Este fenómeno se llama “el efecto Proust” o “recuerdo evocado de manera espontánea por aromas o sabores”.

El olfato de los animales es algo tan importante para ellos que no solo captan un aroma a través de la nariz. Tienen otro órgano para poder captar aromas, el llamado órgano vómeronasal, también llamado órgano de Jacobson.

Y este pequeño órgano, que se encuentra en el paladar, es muy importante porque permite que los aromas pasen directamente al sistema límbico, produciendo de inmediato una respuesta instintiva en el animal.

Por supuesto que, según la necesidad del animal, puede optar por inhalar el aroma a través de la nariz. En este caso las moléculas aromáticas activarán ciertas zonas del córtex cerebral y la respuesta será más física. Pero esto solo puede ocurrir si no le obligamos inhalar un aceite esencial seleccionado por nosotros, sino si ha sido seleccionado libremente por el animal.

Puedes estar seguro de que un animal nunca se acercará a inhalar un aceite esencial por curiosidad. He visto caballos respondiendo a estas sustancias estando a una distancia de 15 metros del equino que estaba recibiendo una sesión.

¿Qué nos aporta el reino vegetal?

Todas las plantas, en mayor o menor medida, nos aportan dos cosas. Por una parte el compuesto primario y por la otra el compuesto secundario.

Cuando hablamos del compuesto primario nos referimos a la parte que aporta nutrición, o sea el alimento. El compuesto secundario se refiere a la parte medicinal de la planta.

En aromaterapia lo que nos hace “gustar o no” un aceite esencial es su aroma, pero lo que realmente produce la magia es este compendio de moléculas aromáticas que constituyen un aceite esencial, sus compuestos secundarios. Y un animal es capaz de reconocer esta parte del aceite esencial.

Cuando trabajo por ejemplo con un animal traumatizado, le puedo ofrecer varios aceites esenciales que aparentemente producen el mismo efecto. Pero de entre los 4 o 5 aceites esenciales ofrecidos, mostrará una clara preferencia por uno o quizá dos, dejando de lado aquellos que realmente no le interesan. Trabajando con un animal de esta forma le ofreces la posibilidad de activar su instinto innato y llegar a un nivel mucho más profundo, siendo los resultados más rápidos y duraderos.

Por esto es tan importante trabajar con aceites esenciales e hidrolatos de primera calidad, si no, no vamos obtener el resultado que buscamos. Hay algunos aceites esenciales rectificados que ya no son aptos para ser empleados en aromaterapia para animales, enfocado desde la zoofarmacognosis.

¿Si un aceite esencial es seguro para el ser humano también lo es para los animales?

Pues no, hay muchos aceites esenciales comunes para el uso humano y que son tóxicos para los animales y más si el animal no ha podido seleccionar esta sustancia libremente. Y sin embargo son expuestos a ellos cada día a través de los difusores que tantas personas tienen hoy día en sus casas.

Viniendo del mundo de la estética, especializada en aromaterapia y además teniendo mi estudio en casa, tener difusores en marcha era lo más común. Pero desde que me formé en zoofarmacognosis todos han desaparecido.

Si quieres saber más sobre los aceites esenciales tóxicos para tus mascotas puedes descargar uno de mis ebooks: “Los aceites esenciales y su toxicidad en Perros y Gatos”.

Colaboración de