En el 2018 salió la noticia de la existencia de un estudio que alarmó a la comunidad de aromaterapeutas, a la industria de los aceites esenciales y al público en general. En ese estudio se sugería que los productos cosméticos con lavanda y con el componente terpinen4-ol y alfa terpineol (es decir, árbol del té principalmente) eran causantes del crecimiento anormal de los senos en los niños y del crecimiento precoz de senos en niñas. Se hablaba del estudio sin siquiera haber salido ese estudio en las publicaciones científicas por lo cual nadie sabía cómo y en qué condiciones se había llevado a cabo. Nadie podía leerlo. Esto era, de por sí, misterioso y curioso. ¿Cómo es posible que alguien hable de un estudio científico sin que haya salido publicado?.
Al parecer era un estudio in vitro. Hay muchos estudios in vitro y realmente son promesas para futuras investigaciones ya que, un análisis in vitro nunca se puede extrapolar a la realidad de un ser humano: uno echa unas gotas encima de células y en el ser humano no nos cae una gota encima de una célula y el ser humano es un sistema, no una célula. Cuando estás tratando de probar un medicamento o estás intentando demostrar algo así, las pruebas se hacen en humanos. No puedes sacar conclusiones de este tipo de esta manera. Es así como se prueba que efectos tiene un medicamento sobre las personas, no en un plato de laboratorio con una célula mantenida viva en alguna suspensión.
Otra cosa era si se usaron o no aceites esenciales o sólo componentes aislados como el linalool, terpinen-4-ol, linaly acetato, ya que esto cambiaría toda la historia porque un aceite esencial está formado por más de 100 componentes que funcionan en sinergia, nunca es un componente aislado.
Por otra parte, esos componentes aislados, ¿son sintéticos o naturales?.Algo que apuntaba Robert Pappas por ese entonces era que si utilizan un componente aislado, ¿ que forma de componente es?, por ejemplo, es L-linalool o D-linalool. En la Naturaleza encuentras que una forma siempre es la predominante y en un laboratorio ese componente es producido 50% de una forma y 50% de otra. Cuando a un cuerpo humano le damos una forma que no es compatible con él pueden pasar varias cosas y algunas no muy buenas.
Por ese mismo año la BBC se hace eco de esa noticia haciendo referencia a ese estudio en particular: https://www.bbc.com/news/health-43429933 y llega a alarmar a toda la población que usa aceites esenciales y a la industria de aceites esenciales en general.
Pero hay que decir que, como noticia este tema no es nuevo y ya salió hace tiempo, allá por el 2007 en otro estudio más antiguo que éste al que nos referimos y ya Robert Tisserand y Christine Carson nos decían que el análisis que se había hecho in vitro con estos aceites fue utilizando un plato de plástico que contiene ftalatos y que éstos si son disruptores hormonales y obviamente esto pudo contaminar la prueba y ser los ftalatos los responsables de semejante afirmación:
https://roberttisserand.com/2014/02/estrogens-in-plastic-labware/ .
Y por fin sale a la luz el estudio en cuestión del que hablabamos al comienzo de este artículo: Ramsey JT, Li, Arao Y, et al. Lavander products associated with premature thelarche and prepubertal gynecomastia: case reports and endocrine-disrupting chemical activities. L clin Endocrinol Metab. 2019; 104(11):5393-5450.
El estudio podéis encontrarlo aquí: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31393563 y es un estudio in vitro y con componentes aislados de los aceites esenciales, no es con los aceites esenciales en sí. Esto marca una diferencia tal y como se explicó anteriormente.
Los aceites esenciales son de uso tan común en los productos de higiene personal y aromaterapia que el tema es de sumo interés porque realmente no se sabe mucho acerca de sus efectos a largo plazo cuando estamos expuestos diariamente a ellos.
Tanto la lavanda como el árbol del té representan unos de los aceites más importantes en volumen de negocio de toda la industria de aceites esenciales y son de uso común en casi todos los hogares de casi todo el mundo occidental.
La lavanda ha demostrado ser eficaz contra la ansiedad y ser anti-inflamatoria. Incluso hay una preparación farmacéutica estandarizada que se llama Silexan que se usa en casos de ansiedad no aguda. Para ello se investigó si su uso oral era contraproducente cuando se usan anticopceptivos y se determinó que el aceite de lavanda no afecta a los niveles de estrógeno ni de progesterona:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/25319228. Es un estudio de Heger-Mahn D, et al.
Cuando se estudió una mezcla de aceites esenciales para ver su actividad estrogénica resulta que la lavanda apenas tenía: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/29636827.
También se hizo un estudio en donde se intentaba investigar si había un poder estrogénico de la lavanda en el periodo pre- menopáusico y se vió que no tenía efecto sobre el nivel de estrógenos: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28326753 .
Con respeto al árbol del té, su aceite se usa en preparados anti- bacterianos, anti-hongos y se usa mucho en preparados para acné, piojos, etc. En estudios que se hicieron con niños, resultó no demostrar actividad estrogénica: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/24849798 .
Ante todo este panorama es normal entrar en confusión ya que este tema preocupa a todos. Jessie Hawkins y su equipo decidieron hacer una investigación que recopilara todos los estudios hasta ahora existentes en este tema y que correspondieran al aceite de lavanda, aceite del árbol del té en relación con el uso en niños y ver qué relación había, si es que la hay, entre la lavanda, el árbol del té y la acción estrogénica en el inicio de la pubertad.
Se encontró en este estudio que existían 191 artículos académicos al respeto en donde estos aceites se usaron en niños. Se fueron descartando los que no cumplían los requerimientos adecuados y al final quedaron 4 manuscritos.
Las conclusiones finales fueron éstas: el aceite del árbol del té no está relacionado con casos documentados de disrupción endocrina en niños. El aceite esencial de lavanda tampoco está relacionado con una disrupción endocrina en niños al menos no se encuentra una unión entre estos aceites y una disrupción endocrina. Podéis verlo aquí: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/32147050 .
Todavía estamos en una etapa en la que no hay suficientes estudios o estudios en una profundidad tal que puedan demostrar que esos dos aceites tienen propiedades estrogénicas.
Para intentar profundizar y ampliar mucho más este tema se está llevando a cabo un estudio muy extenso actualmente cuyos resultados darán a luz esperemos que en el año próximo: https://fsihs.org/
fiw-researching-claims-regarding-essential-oils-as-endocrine-disruptors/. Estaremos muy atentos a los resultados.
Cuando alguien te diga que no se pueden usar estos aceites por ser disruptores endocrinos, pregúntale cuál es su fuente y enséñale este artículo.
Colaboración de
Begoña Sánchez
Especialista y asesora de calidad en bioestéstica y aceites esenciales aplicados a la piel.
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